El acto de “desobediencia civil”, tal como lo definieron los activistas, se produjo el pasado 6 de abril en el marco de las acciones programadas por Scientist Rebellion para denunciar la urgencia de tomar medidas ante la crisis climática.
Desde Rebelión científica España informaron después que las activistas fueron detenidas y luego puestas en libertad con cargos. Se les imputan cargos por daños al edificio del Congreso y por alteración de la sesión que se desarrollaba en el interior.
Desde la plataforma recordaron que ese día “se lanzó agua teñida que no causó ningún daño (en 30 minutos la fachada estaba impoluta) y que ningún momento se accedió al interior del edificio donde se desarrollaba la sesión. Como muestran los registros del mismo Congreso, ésta se llevó a cabo con normalidad.”
Y también señalan que “justo en medio de la peor ola de calor en un mes de junio en décadas, nuestras compañeras han sido detenidas por dar la voz de alarma frente a la crisis climática y ecológica que nos lleva al colapso y por denunciar la inacción de nuestros gobiernos.”
“Estos actos intimidatorios no nos van a parar. Estamos arriesgando nuestras carreras y arriesgándonos a consecuencias legales para luchar por un futuro para la humanidad. No nos han dejado más opción”, expresaban a través de su cuenta de Twitter. Los activistas también señalaron: “No estamos desobedeciendo una ley. Estamos obedeciendo una ley superior”, en referencia a la urgencia de luchar contra el cambio climático.
A pocos días de que se realice la cumbre de la OTAN en Madrid, que estará custodiada por miles de policías y guardias civiles, el gobierno “más progresista de la historia” se dedica a perseguir y amedrentar a los activistas que luchan contra la catástrofe climática mediante la brigada antiterrorista.