La ciudad de Cádiz tendrá en primavera un nuevo punto de información turística en el barrio de Puntales, según ha anunciado la concejala de Turismo, Montemayor Mures. La iniciativa se enmarca dentro de la estrategia EDUSI ‘Cádiz 2020: un proyecto de ciudad’, y busca no solo ofrecer información a los turistas que visitan la ciudad, sino también contribuir a descongestionar el centro histórico y a dinamizar los barrios y el entorno de la avenida de la Bahía.
La concejala ha explicado que el objetivo de este nuevo recurso es «fomentar el interés turístico de la zona urbana de la bahía, promover su protección, así como su desarrollo cultural y natural, aprovechando los recursos y el patrimonio natural e histórico de la zona, incrementando con ello el número de visitantes». Además, se espera que el punto de información turística sea en sí mismo un atractivo turístico que contribuya a convertir toda esta zona «en un punto estratégico y de referencia dentro de la oferta turística de Cádiz», estimulando al mismo tiempo la actividad económica vinculada al turismo en el entorno.
El nuevo punto de información turística estará ubicado en la zona del paseo marítimo de la avenida de la Bahía, antes de llegar al Club Alcázar, frente a la rotonda de la avenida de la Ilustración y la Bahía. Se trata de cinco grandes letras corpóreas que aparentemente aparecen desordenadas, pero por ordenación espacial ofrecen una perspectiva exacta en la que el conjunto de letras conforman la palabra ‘Cádiz’, siendo la ‘Z’ donde se ubicará el punto de información.
La edil de Turismo ha destacado el material empleado para construir el punto de información turística por su durabilidad, sostenibilidad y respeto medioambiental. El material en cuestión es el ‘solid surface’, más conocido como ‘corian’, el cual es «totalmente adecuado a las necesidades de este nuevo recurso, ya que es duro y resistente a la abrasión, no se ve afectado por la radiación ultravioleta ni a los agentes marinos influenciables por la zona en la que se va a instalar». Además, este material requiere un mínimo mantenimiento, siendo resistente tanto a las agresiones mecánicas y químicas como a las ambientales y también a las vandálicas.
Otra de las ventajas de este material es que no es poroso, lo que contribuye a un entorno libre de bacterias y microorganismos, impidiendo la reproducción de patógenos en su superficie. Esto, sumado a su composición libre de productos peligrosos, contribuye a ofrecer espacios seguros para la salud de las personas y el medioambiente.