Un policía nacional de 46 años, bajo investigación por Asuntos Internos, falleció en un tiroteo con agentes de la Policía y la Guardia Civil en una gasolinera en Villagonzalo Pedernales, Burgos. El fallecido había comenzado a disparar contra los agentes que intentaban detenerlo, quienes repelieron el ataque y lo alcanzaron con sus disparos.
El policía fallecido, natural de Ferrol y destinado en la comisaría de Lonzas (A Coruña), estaba siendo investigado en un caso de narcotráfico. Se le había retirado el arma y estaba de baja psicológica. El martes 18 de abril, había pasado a segunda actividad por insuficiencia de aptitudes psicofísicas, una situación que estaba pendiente de notificar.
El agente había sustraído el arma de otro policía en su comisaría y se había dado a la fuga en un vehículo. La Guardia Civil y la Policía Nacional intentaron interceptarlo antes de su llegada a la ciudad burgalesa, pero hizo caso omiso y disparó sobre ellos. El tiroteo final en una estación de servicio cercana resultó en su muerte. A pesar de los impactos de bala en los vehículos oficiales, ninguno de los agentes resultó herido.